De entrada nomás, el Gimnasio Jorge Muriel era iluminación a media asta, y hasta apareció la complicación por que la delegación de Tolhuin no tenía camisetas, dado que se las habían olvidado en la Comuna de Tolhuin.
Rapidamente la gente de Metalúrgicos y JUF (Tatu Robles y Peluza Díaz) brindó su colaboración y desinteresada mano con respecto al tema camisetas, y todo parecía bien encaminado.
Más allá de la poca iluminación, la gente del Gimnasio de Chacra IV apagó todos los reflectores intentando que se encendieran aquellos que aún faltaba que lo hagan; una vez... dos veces...
Un reflector en el costado xeneize, dos reflectores en el centro, un reflector en el costado tolhuienense, y parecía que, con la buena voluntad de ambos capitanes y equipos, la naranja empezaría a rodar.
Sin embargo, del costado de Real se vino la noche... no obstante se hizo el sorteo y los equipos cambiaron de lado, y cuando los jueces iban a dar la órden, el arquero de 9 de Octubre, muy atinado, reclamó por la poca visibilidad. Los árbitros lo consultaron, se acercó Gabito Hernández (capitán de Real) y entre todos decidieron suspender el encuentro, aproximadamente a las 22:33, es decir, poco más de media hora después del horario previsto de inicio.
Lo curioso es que, una vez retirada la gran cantidad de espectadores que daban un gran marco al evento, los reflectores laterales se prendieron con fiereza, como una broma de VideoMatch.
Hoy juegan Godoy Cruz-Pingüino Futsal (22:00), y según informaron desde el establecimiento deportivo, la columna central de reflectores está inutilizable, mientras que los reflectores laterales dieron muestra de inusual poca respuesta.
Esperemos que, quien corresponda, se ponga las pilas y que comience el Futsal de una vez por todas.