Párrafo aparte para la dupla arbitral Fernando Molfino-Aldo Cejas, que si bien no influyó considerablemente, tuvo una tarde de malos fallos menores que exasperaron a todos en el Eduardo Rogolini.
San Martín fue superior, pero le costó ante un duro rival que le planteó un partido inteligente, esperando en un rombo muy ordenado para salir de contragolpe.
El Santo lo ganaba 2 a 0 con goles de Gastón Gallo, pero el primer tiempo finalizó 3 a 2, tras los descuentos de Gustavo Muñóz y Nicolás Alzaga, en tanto que Claudio Torres con una definición espectacular, puso el tercero para el local.
En el complemento, de la mano de Alzaga, Nazareno Dávoli y Facundo Gandolfi, Escuela Argentina lo dio vuelta y lo ganaba 4 a 3, pero Diego Yáñez y un tiro libre de Claudio Torres dieron otro giro al cotejo.
Davoli igualó 5 a 5, pero Emanuel Quiroga, con un zurdazo esquinado, puso el sexto gol santo.
En los cinco minutos finales, Escuela desperdició algunos contragolpes para seguir en ritmo de partido, y San Martín no lo liquidó hasta el gol de Leandro Simsen.
Las quejas y los reclamos fueron más importantes para Aldo Cejas, que por algún dicho del banco, amonestó al capitán de Escuela Argentina, Pedro Alzaga, que ya tenía amarilla y se tuvo que ir a las tribunas.
Fue peor, porque todos empezaron a reclamarle, e incluso expulsó también a Nazareno Dávoli, por un supuesto insulto.
De allí hasta el final, Héctor Godoy metió doblete para sentenciar el partido, mientras Cejas seguía preocupado por lo que decían desde el banco de suplentes escolar, y harto de las quejas dio por finalizado el juego a un minuto del final.
La dupla arbitral dejó mucho que desear en el Rogolini.
Desde salonista no nos suele parecer apropiado recargar tintas en labores arbitrales polémicas o irregulares, ya que se entiende que los jueces son seres humanos y pueden equivocarse en alguna decisión.Tampoco se está en desacuerdo con la posibilidad para árbitros de poca experiencia para dirigir partidos importantes, como el de ayer, porque más allá de la categoría, dos equipos de mucho prestigio se disputaban la punta de la Zona A del Ascenso.
En este sentido, creemos que siempre tiene que haber al menos un exponente arbitral de jerarquía, este no fue el caso, y por ello la dupla arbitral Molfino-Cejas no estuvo a la altura.
Hace algunos años que se oyen críticas de un tal Cejas, en las reuniones de delegados, pero en categorías inferiores, y esta vez le tocó padecerlo nada menos que a San Martín y a Escuela Argentina en Primera.
Se puede tener fallos menores, pero no cientos de fallos menores, sobre todo del lado del árbitro Cejas, quien estuvo en todo momento más pendiente de cuestiones extradeportivas, que del juego que se estaba disputando. Cuestiones para analizar, en cuanto a designaciones, por parte de ARGAF.
La figura: Gastón Gallo
