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jueves, 7 de junio de 2012

Ajustada victoria de Escuela Argentina

El elenco escolar consiguió una gran victoria en los segundos finales ante Hor-Val. Cuando parecía empate, Nazareno Dávoli asistió a Facundo Gandolfi, para el 8 a 7 a veinte segundos del final.
Un gran partido por parte de ambos equipos, que ofrecieron un trámite de ida y vuelta, cambiante y un resultado incierto hasta el último instante.
Emilio Leonardelli abrió la cuenta a los tres minutos, para los dirigidos por Pepe Cabral, y tras el empate transitorio de Dávoli, otra vez Leonardelli puso la ventaja para Hor-Val, que estuvo más efectivo y cerraba un primer tiempo muy bueno, ganando por 4 a 1 con las conquistas de Lucio Frías y Daniel Arias.
Pedro Alzaga Sin embargo, antes del descanso, Nazareno Dávoli descontó para el 2-4, y tras el entretiempo, Escuela Argentina salió decidido a comerse crudo a su rival.
En apenas ocho segundos consiguió una infracción muy cerca del área del arquero Diego Videla, y Pedro Alzaga metio un puntazo terrible, al primer palo y bien arriba, para otro tanto escolar.
Solo iban 45 segundos, cuando Hor-Val durmió en un corner y Dávoli marcó de cabeza, el empate 4 a 4.
Gustavo Muñóz De allí hasta el final, ambos se prestaron el protagonismo, con Renzo Caraballo y Daniel Arias como los mejores del elenco rojo. Escuela Argentina tuvo mucha entrega de los jóvenes Gustavo Muñóz y Nicolás Alzaga, autores de dos goles para poner el partido 6 a 4.
Luego, Escuela Argentina lo ganaba 7 a 5, ya que había descontado Renzo Caraballo con un remate furioso de   media distancia, y el mismo Muñóz habia puesto el séptimo gol escolar.
Con una arremetida y un tiro libre de Horacio Cabral, Hor-Val alcanzó el ansiado empate en los últimos minutos, y fue con todo por la hazaña, con la intención de cortar el invicto de Escuela.
Facundo Gandolfi, autor del gol del triunfo escolar.
Sin embargo, en esos segundos finales, la lucidéz de Facundo Gandolfi para habilitar a Dávoli y buscarla por el segundo palo, aprovechando el quedo de la defensa rival. Dávoli esperó el momento justo y Gandolfi la empujó a veinte segundos del pitazo, y pese a los intentos de los conducidos por Cabral, la victoria tuvo color celeste y blanco.