salonista.com.ar // Seguinos en nuestras redes sociales como @salonista30 // Instagram Facebook Twitter // Suscribite a nuestro canal de YouTube "salonista30"

jueves, 7 de abril de 2011

El Santo Verdinegro no pudo con QRU23

En un entretenido adelanto de la tercera fecha, QRU Escuela 23 goleó a Santos Verdinegros por 16 a 8 en el Gimnasio Muriel, para de ésta manera seguir en la punta, bajando a uno de los invictos que tenía este torneo.
El primer tiempo fue muy intenso, sobre todo en los primeros cinco minutos, en donde ambos equipos desnudaron las falencias defensivas del otro.
Apenas pasado el minuto de juego, Javier Ulloa recibió por izquierda y definió al primer palo para el 1 a 0 de QRU Escuela 23, que luego sufriría el empate de Víctor Hugo Rodríguez, quien sacó un zurdazo cruzado espectacular que se clavó en el ángulo.
Casi a los cinco minutos el encuentro ya estaba 3 a 3, con dos goles de Martín Moya para el Verdinegro, mientras que Carlos Ozores y Lucas Ulloa convertían para Correo, que luego de la apertura del marcador, no volvería a estar arriba en el resultado hasta el segundo tiempo.
Promediando la etapa Mateo Canaviri aprovechó un error en la salida de Lucas Ulloa y puso el 4 a 3, sin embargo, la entrada de Martín Pacheco y Lautaro Miranda le aportaron mejor juego a Correo, que empató pasados los 12 minutos; pared con Mikel y gran definición de Pacheco entrando en velocidad por el medio, para el 4 a 4.
El cotejo resultó de trámite parejo, porque Víctor Hugo Rodríguez acomodó la defensa del Verdinegro, mientras que los dirigidos por Héctor Vargas le fueron agarrando la mano a la marca de Víctor Hugo, neutralizando además cada intento de Cristian Kily Gonzale.
Sin embargo, para cambiar los planes en ataque, apareció Leonardo Palavecino, refuerzo del Verdinegro para este 2011, que a poco más de tres minutos del final metió un derechazo alto que, luego de pegar en el travesaño, se convirtió en el 5 a 4.
El Santo apretó sobre el final y a un minuto y medio del descanso, llegaría el primer gol del Kily Gonzale, luego de un balón robado en la salida en defensa de Ozores.
El primer tiempo finalizó 6 a 4 y el complemento, de a poco el Santo Verdinegro empezó a sentir el cansancio causado por la intensidad impuesta por los jóvenes de QRU Escuela 23.
Pasados los cinco minutos descontó Javier Ulloa, en un contragolpe manejado por Lautaro Miranda; luego de esto, el Verdinegro salió un poco más arriba y Correo aprovechó los espacios, empatando el pleito con gol de Ozores, en un contragolpe iniciado por Mikel.
Sobre los 9 minutos, y como en el inicio del encuentro, Javier Ulloa volvió a poner en ventaja a Correo, esta vez por 7 a 6, y más allá del empate de Moya, el verdinegro ya no se mostraba entero físicamente. Víctor Hugo Rodríguez fue a jugar de pivot, pero quedó desabastecido por un equipo que no tenía demasiada salida clara, además de sufrir en defensa.
Ozores peleó una pelota en el medio y Mikel definió para el 8 a 7, mientras que el propio Mikel aprovechó sobre los 13 minutos, un error del arquero Pablo Guereta, en un pelotazo alto del arquero contrario que no pudo controlar con sus manos.
A partir de allí, todo fue de Correo: una fenomenal asistencia de Pacheco permitió el 10 a 7, en la cuarta conquista en la cuenta personal de Javier Ulloa, uno de los destacados del cotejo.
Canaviri descontó tras un gran pase de Rodríguez, y luego dos perdidas del Verdinegro fueron capitalizadas por Martín Pacheco, en un 12 a 8 que ya aportaba más tranquilidad en el resultado.
Casi a los 17 minutos, un gol más de Mikel, dejó no solo el 13 a 8, sino que también motivo la lesión del arquero Pablo Guereta, que dio rebote y se jugó el pellejo poniendo las manos ante el fuerte remate de Mikel. Guereta, con uno de sus dedos visiblemente comprometido, fue trasladado al centro asistencial del nosocomio local, y su lugar fue ocupado por Juliano Moya.
Ya no había partido, y los goles de Claudio Mikel, Lautaro Miranda y Lucas Ulloa solo sirvieron para decorar el 16 a 8 final, con el que QRU Escuela 23 alcanzó los tres triunfos al hilo y mira provisoriamente a todos desde lo más alto.
La figura: Martín Pacheco