Se dieron ambos factores, porque el primer tiempo finalizó 3-0 para Real Madrid, con goles de Gonzalo Gómez, Maxi Retamales y Jonatan Mieri, pero podría haber sido tranquilamente una diferencia menor, pero para O'Higgins, el partido en sí resulta para el olvido, pasar página y volver a dar baraja.
El Celeste contó estuvo un tanto más impreciso, pero de todas formas se las arreglo sin Juan Barría, para filtrar buenos pases entre líneas y dejar atacantes mano a mano ante Cristian Herrera (Primer tiempo) y Pablo Cayo (ST), pero estuvo con la polvora mojada todo el partido.
Así, el xeneize fue ganando en confianza con el correr de los minutos, y se animó a lastimar aún a su rival, y de esta manera, antes de los 10 minutos, definió el partido, con doblete de Gonzalo Gonzalo Gomez, y un golazo de costa a costa deJuan Gomez para el impensado 6 a 0.
Luego, no hubo partido en concreto, más aún cuando pasaron los minutos y a O'Higgins no se le abría el arco, porque si bien descontó rápidamente Marcelo Pache Barrientos con un toque sutil de espaldas al arco, recién en 15'30'' llegó otro descuento, de tiro libre a dos toques, finalmente convertido por Cesar Pucho Andrade, en tanto que Gonzalo Gómez y Mieri ampliaron para el 8 a 2 final.
Una final con resultado abultado, que deja tranquilo a Real Madrid por su funcionamiento, pero no le permite relajarse, ya que O'Higgins es un equipo con experiencia, que puede permitirse una mala noche como ésta, y despertar en cualquier momento.
La figura: Gonzalo Gómez.
