San Martín recibirá a Correo en su estadio, con la desventaja de haber perdido en el primer cotejo, por un contundente 7 a 1, pero con la esperanza intacta de hacer un buen papel para forzar al desempate, en su cancha y ante su gente, en un rectángulo de grandes dimensiones que lo favorece mucho más en su estilo de juego.
El primer partido, jugado en el reducido espacio del Polideportivo Carlos Margalot fue un suplicio para los dirigidos por Claudio Antonio, que nunca le encontraron la vuelta al planteo y la mejor adaptación de QRU Escuela 23.
Mañana, en el Club San Martín, la historia será muy diferente, ya que los conducidos por Héctor Vargas tendrán en frente a un Santo herido en su orgullo, que pese a haber dejado atrás un invicto de veinte encuentros, tiene intactas las chances de título.
